Struggle of Empires es un juego de guerra en el que los imperios del siglo XVIII compiten por territorios y colonias de ultramar. Hay hasta siete potencias en juego. En cada una de las tres rondas del juego, éstas se dividirán en dos alianzas, en las que los aliados podrán apoyarse mutuamente en las batallas y no podrán atacarse entre sí.

La subasta difícil
Empezando por el jugador del día, puede pujar para colocar dos potencias en los dos lados opuestos y proceder subiendo o pasando hasta que todos pasen. A continuación, el ganador paga la apuesta y coloca las dos potencias como ha propuesto. El juego procede de esta manera hasta que todas las facciones en juego hayan sido asignadas a la alianza A o a la alianza B.
Tu enemigo es mi amigo
Ahora bien, la mecánica es una simple subasta, pero lo que destaca es su capacidad para afectar a todo el juego e influir fuertemente en él. Sólo hay tres rondas, y las limitaciones de las alianzas son fuertes y decisivas: tus enemigos -y, por tanto, fuentes potenciales de puntos- son sólo los demás, y esto significa no poder abalanzarse sobre un vecino descubierto, o tener que apoyar a un aliado en una batalla incómoda.
Al mismo tiempo, los aliados de un momento pueden convertirse en los enemigos del siguiente, y sus planes deben tener en cuenta esta eventualidad, especialmente si no tiene dinero para la subasta.
Con una simple subasta inicial, Wallace crea un juego de guerra único en el que la diplomacia tiene tanto peso como el poderío militar.
