Soy toscano y como buen toscano llevo la polémica y las ganas de discutir en la sangre. Por una carta mal jugada en el círculo se invoca a todo un panteón. No pude evitar interesarme por El dilema del rey por Hjalmar Hach y Lorenzo Silva para 3-5 jugadoresPróximamente para Juegos horriblesun juego de Legacy que se basa completamente en el clasificado y el negociación.
El juego en un vistazo

En
El dilema del rey
parte de la
consejo restringido
del rey
y nos pondrán a cargo de un
facción con sus propios intereses
. Nuestra tarea consistirá en dirigir las decisiones que se tomen intentando ganar el mayor prestigio posible. ¿Conseguiremos no destruir todo en el intento?
El juego, al menos en su premisa, parece ser simple.
El marcador consiste en un pista sobre qué seis valores se moverá el reino – influencia, riqueza, estabilidad, moralidad y conocimiento – mientras que en la parte superior hay casillas para pegar adhesivos que mantendrán un registro de las decisiones tomadas por el consejo y de quiénes las tomaron firmante.
Cada jugador tendrá su propio pantalla de linajeque será personal y no podrá cambiarse a lo largo de la campaña; en ella podrás llevar un registro de tus progresos, como las bonificaciones que se desbloquean en determinadas condiciones y los puntos de prestigio, así como ocultar los dos recursos del juego a los demás jugadores, monedas y poder.
Al comienzo del juego una sola ronda de reclutamiento empezando por quien tenga menos puntos de prestigio para hacerse con una carta de Agenda Secreta, una carta que dirigirá el juego determinando en qué condiciones el jugador obtendrá los puntos. También hay una Agenda Pública, derivada de la anterior decisiones que será visible para todos.
El flujo del juego es racionalizado, de hecho robarás una carta del fondo del mazo de dilemas que pondrá al consejo frente a una decisión a tomar. Frente a su pantalla cada jugador tendrá tres tarjetas, una para votar sí, otra para pasar y otra -adivina- para votar no.
La votación terminará al final del turno del jugador a la derecha del Líder, asignados al azar en la primera partida; un jugador puede elegir invertir tantas fichas de poder como quiera en el lado del sí o del no, o poner una moneda en el pase y elegir si se convierte en el moderador – el que rompe lazos – o participar en la división del poder al final de la votación. El lado entre el sí y el no con más fichas de poder será el ganador. Pero lo realmente interesante es que, durante el paso de la votación, el líder puede cambiar: basta con que sea el jugador con más poder total invertido para que sea el líder, y por lo tanto, en el turno de votación no necesariamente un jugador tomará un turno.
Al final del paso de la votación, el marcador de líder se otorgará al jugador del facción ganadora que ha invertido más poder, en caso de empate el moderador elegirá quién será el nuevo líder. Curiosamente, las normas exigen negociar y comprar votoso los favores del moderador, pero sin poder intercambiar nunca el poder, sólo dinero vil.
Una vez resuelto este paso, pasaremos a la resolución del dilema, en el reverso de la carta descubriremos las consecuencias de nuestras elecciones, que cambiarán los valores del reino; además puede que tengamos que abrir sobres cerradospegatinas o leer tarjetas de cuentos especiales. Después, la carta se coloca junto al tablero como marcador de turno. El juego termina cuando el número de cartas de dilema resueltas declara si el rey muere o abdica, de cualquier manera a los concejales desalmados nos importan un bledo las celebraciones y vamos a contar los puntos.
Usted obtendrá puntos del orden del día para:
- Si mantienes el mayor número de recursos del reino en un rango de cantidad determinado, cuantos más estén en ese rango de puntuación más puntos de agenda ganarás.
- La mayoría de monedas detrás de la pantalla.
- Mayoría de fichas poder conservado.
- Puntos para la agenda pública, si nuestro recurso asignado por la agenda pública es el más alto de la pista obtendremos tres puntos, si es el segundo un punto, al igual que perderemos tres puntos si nuestro recurso es el último y un punto si es el penúltimo.
En base a los puntos de agenda obtenidos se elaborará una clasificación que otorgará puntos de prestigio al primero y puntos de codicia al último, en diferentes cantidades según si el rey ha muerto o ha abdicado.
Primeras impresiones

Después de leer las normas me
muy impresionado
aunque tenía una especie de sensación de
deja-vù
que definitivamente no podía entender de qué venía. Me hice el tonto, empecé a escribir y fue cuando entendí, la mecánica de los recursos del reino me recuerda mucho a
¡Viva el Rey!
un juego de 15 años de Stefano Luperto, recientemente reeditado como
Super Mario Level Up
. La diferencia aquí es que la pareja de autores Horrible parece ser
han construido un mundo
alrededor.
Claramente, me da vergüenza evaluar un juego heredado de la simple lectura de las normas, ya que el verdadero corazón palpitante de este El dilema del rey sólo se puede sacar a relucir jugando y descubriendo cómo evoluciona el reino de fantasía que nos tocará comandar. Sin embargo, las premisas parecen estar ahí, deberíamos estar ante un juego que hace del equilibrio y la incertidumbre sus puntos fuertesTanto es así que las reglas ni siquiera especifican cómo llegar al final de la campaña. Habrá pegatinas especiales para pegar, a la sexta se abrirá el sobre de la Gran Final, que decidirá cómo y en qué medida los puntos de prestigio y los puntos codiciados nos permitirán alcanzar la victoria final. Personalmente no puedo esperar a jugarloTanto es así que ya tengo otros cuatro amigos dispuestos a lanzarse a la campaña. Sí, se pueden añadir jugadores sobre la marcha y no jugarlo con una carga completa de jugadores, pero en mi opinión la mejor manera de disfrutarlo -como cualquier juego de campaña que se precie- será con el máximo número de jugadores y con el grupo fijo. Para mí una compra segura, pero tengo debilidad por los sistemas Legacy y con el grupo ya hecho ¿cómo iba a decir que no?